domingo, 4 de junio de 2017

AL CASTILLO DE AGUILAR

¿Qué glorias pasadas
sustentan vuestros cimientos?
¡Oh, tristes pedruzcos
carcomidos por el tiempo!

¿Qué historias de amor
se esconden entre tus restos?
¡Majestuosa mole,
susurrando tras el viento!

¡Oh, Castillo de Aguilar!
Queda ya tan poco
de tu fortaleza,
que resulta muy difícil
imaginar su grandeza.

¡Ay, Torre de la Cadena,
ay, Peñón del Moro!
Quien admiró su belleza
tuvo un tesoro.

¡Ay, Aguilar de hoy
que contempláis estas ruinas!
No lo hizo el paso del tiempo,
ni fue la mano divina,
sino el hombre que camina.